Lo que nos dijeron las galletitas chinas de la fortuna en un madrugonazo de código

Fortune Cookie

Hace poco tuvimos que hacer una entrega urgente de código, por lo que a nuestro equipo le tocó quedarse toda la noche programando para poder cumplir con el objetivo. Por supuesto, estábamos armados con nuestra cena: comida china. Nuestro restaurante más cercano de preferencia tuvo la gentileza de regalarnos una bolsa con galletitas de la fortuna, la cual consumimos a lo largo de toda la noche, obteniendo toda clase de consejos para la vida.

A continuación una recopilación de los mejores:

  • La carrera no siempre la ganan los más veloces sino aquellos que siguen corriendo. Y, obviamente, no se duermen frente a la máquina.
  • Los brazos de la ******* no son largos. Suelen apoyarse en quien más se acerca a ella. Lamentablemente este papelito fue cortado de tal manera que la primera línea fue mochada. Lo cierto es que por las horas era imposible inferir cuál era esa palabra. Ahora que escribo el post con la cabeza más fresca, la respuesta es simple: fortuna.
  • Nunca permitas que el sentido de la moral te impida hacer lo que está bien. ¿Consejos para Dexter?
  • No son la riqueza ni el esplendor, sino la tranquilidad y el trabajo, los que proporcionan la felicidad. Comunistas, los chinos.
  • El hombre vale sobre todo por el amor que ofrece. Sin comentarios.
  • La educación es al alma, lo que el aseo al cuerpo.
  • El WTF de la noche: Fatiga menos caminar sobre terreno accidentado que sobre terreno llano. Si alguien lo entiende, ¿lo puede explicar en los comentarios?
  • La práctica debería ser producto de la reflexión, no al contrario. La reflexión, claro, no siempre te explica por qué explota el sistema con un NullPointerException.
  • Los que duermen bajo las mismas sábanas aprenden a hablar con la misma boca. Uh…
  • Si hablaron mal de ti con fundamento, corrígete. Si no hubiera fundamento, ríete y no hagas caso. Llevado al 2.0: Si te etiquetaron en una foto de Facebook embarazosa, desetiquétate.
  • Lo que fue duro de sufrir es dulce de recordar. En medio de un madrugonazo de código esto es especialmente cruel.
  • La joya de la jornada, en medio de una sesión de debug: Si cierras la puerta a todos los errores, dejarás fuera la verdad.

* Foto por .meow!.