Existen ciertas acciones que no tienen sentido sino hasta mucho tiempo después. Este sitio es una de esas cosas cuyo significado, para mí, se aprecia mejor cuando se mira hacia atrás el camino recorrido. De haber sabido que abrir un blog y comenzar a escribir en El Chigüire Literario me hubiese traído tantas satisfacciones, lo hubiese abierto antes. Sin embargo, de todas esas satisfacciones, ninguna es como la que estoy cumpliendo en estos momentos.
Dar el paso de casarme no se parece en nada a lo que hubiese vivido antes. Nadie practica para esto, ni siquiera esas mujeres que llevan toda su vida esperando por ese momento pueden completar el cuadro sin saber específicamente con quién van a hacerlo, y sin tener la certeza de hacerlo. Y aquí estoy, me siento muy tranquilo, seguro y muy feliz de lo que haré. Yole, la mujer con quien me casaré, es una persona con la que difiero en muchas cosas, pero al final del día compartimos muchas otras. Tenemos y queremos hacer un proyecto de vida en conjunto, y saber que puedo contar con ella es como tener un faro en la oscuridad, como tener una casa a la que siempre regresar. Espero yo ser esa casa para ella también.
¿A qué llamo seguridad? No es la falsa ilusión de que estaremos de acuerdo en todo, todo el tiempo. A eso llamo la certeza de que pase lo que pase, yo estaré allí para ella, y viceversa. De que escojo una vida en la que juntos podemos llegar más lejos, aunque no siempre a donde yo espere llegar. ¿Por qué tranquilo? Siento que debo hacer un apartado acá, pues de un tiempo para acá la pregunta no es «¿estás seguro?» sino «¿estás nervioso?». Creo que para llegar siquiera al momento de proponer matrimonio ya debes haber asumido el compromiso que esto acarrea, sin medios esfuerzos. La entrega es total, y previa a el momento de decir sí. Nada de eso se alcanza fácil: creo que hace falta madurar el carácter, y a decir adiós a ciertas cosas sin remordimientos. Si me permiten ir más allá, recurrir a un poco de ciencia ficción no hace mal tampoco.
Es un momento en el que debo agradecer a muchas personas que a lo largo de este tiempo me han prestado su sabiduría y su presencia para ser una mejor persona. Algunas de ellas ya no están presentes en este mundo, otras solamente estuvieron presentes un momentico (y vaya el impacto que han tenido), y otras me acompañan desde hace mucho o poco y no se han despegado.
Gracias a mi familia, que uno nunca les puede agradecer lo suficiente. Gracias a un Edgar y a una Gloria, por ofrecerme la libertad de escoger quien soy, y de hacerme saber el valor de esa libertad. Gracias a un tío German, a una mamá Sonia y a una mamá Zunilda, a un papá Miguel, cuya influencias en lo que hago no creo que ellos todavía comprendan hasta donde haya llegado. Gracias a un Miguel y a un Ernesto, cuya sabiduría me la han prestado de la forma más inusual y menos esperada jamás. Gracias a un Carlos, a un Daniel y a un Txomin, que son mis hermanos después de mis hermanos, la familia que uno escoge. Gracias a un Andrey, un Jonathan, una Teresita, una Nikarin, una Patricia, un Gelvis, un Jorge Luis, un David, un Nelson, un Daniel, un Abraham, una Tania, un Paco, un Miguel y en especial a una Rosa, que juntos me hacen afirmar, parafraseando a como alguna vez dijo @LuisCarlos, que nací en la Universidad Simón Bolívar. Gracias a un Wilmer, a un Kenny y a una Bea, que han hecho de mi experiencia laboral lo más divertido que haya podido imaginar jamás que fuese un trabajo. Gracias a una Simonelli, a una Melina, a un Abelardo, a un LuisRaa, que te recuerdan que detrás de toda la tecnología y todas las computadoras, el Internet se hizo para conectar a los seres humanos. Gracias a una Elssen, a un Emgelbert, a un Darwin, a un Jorge, a otro Jorge, a un Julián, a un Edmundo, a una Nadia, a un Cristian, a un Enrique, personas con las que comparto un sueño que está en construcción (y teniendo un montón de diversión en el proceso). Y gracias a ustedes, los lectores y comentaristas, que hacen que yo vuelva para acá a ver sobre qué escribo, y que en ese proceso ya llevo más de 5 años.
El Chigüire Literario sigue vivo y más hablador que nunca. Este es un proyecto que continúa, solamente que ahora tiene una compañía interesada en fotografía y arte. Nos seguiremos leyendo.
Y para ti, te amo <4 (porque <4 es mejor que <3) .